congreso de
Eu la enseñanza de la Historia, por ejemplo, podemos presentar los aconto-cimientos ya en el orden cronológico, ó en el inverso, (pie algunos pedagogos aconsejan. Tampoco hay aquí inducción ni deducción, simplemente seguimos una marcha ¡progresiva ó regresiva.
Por esto dice la Comisión quo en el método pedagógico, por lo que toca al orden en quo se presentan los conocimientos, pueelen regirse no sólo las marchas inductiva y deductiva, sino también la analítica y la sintética, la progresiva y la regresiva.
Respecto ele nuestra primera resolución (eu que se dice que os impracticable el sistema individual) quo el Sr Dr. Ruiz salifica do inútil, la consideramos conveniente porque como ol expresado sistema se sigue en la actualidad, uo sólo en núes tros pueblos atrazados del país, sino aun en algunas clases ele las escuelas do esta capital; por que cese osto mal, es indispensable quo haya uua prohibición terminante, una resolución do esta Asarn-ble en que se diga que no se puede, quo no se debe tolerar por ningún motivo la práctica individual on las escuelas elementales.
La misma razón hay para sostener la segunda resolución en que se proscribe ele nuestras escuelas el sistema mutuo.
La Comisión, repito, cree que 110 es bastante recomendar el sistema simultáneo, como el único quo satisface las necesidades ele una buena organización escolar; sino que es conveniente, además, manifestar quo los otros sistemas de que se ha hablado no deben practicarse ni por absoluta imposibilidad de usar el que se recomienda como bueno.
Esta es, sin embargo, una cuestión que el que habla no considera de gran tras cenelencia; pere en la cual 110 podrá ceder si no es que la mayoría ele la Ccmii sión esté .conforaie en filio.
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Esto es. por ahora, lo que puedo contestar al Sr. Dr. Ruiz, esperando que eu su oportuuidad los demás miembros de la Comisióu robustezcan mis débiles argumentos.
El C Presidente.—-Tiene la palabra el C. Ruiz,
El C. Ruiz.
Eu 1111 punto en que discrepaba yo, so sirvió (.'1 Sr. Martínez insistir y me llamó la atención que dijera que cuanelo se va elo la observación del fenómeno riel hecho poco á poco se lleg e á formar una generalización y á eso llamaba método subjetivo. Es esta la primera vez epio oigo tal idea.
Como veles-, comprenderán,losnombres elo objetivo y subjetivo, precisamente se han originado elel motivo ó móvil que los engendia; cuanelo nosotros observamos objetos ó fenómenos, cuando partimos do tilos para hacer una generalización, es cuando lo llamamos método objetivo, y cuanelo vamos do las cosas ó fenómenos á través ele cómo los ven los demás, esto método es subjetivo. En consecuencia, 110 es p sible confundirlo, ni mucho menos entenderlo al revés.
El Si. Martínez decía cpie cuando se va á ensoñar á escribir, se va del elemento al todo, ó elel todo al elemento, y que en esto no hay una inducción sino uu análisis. A esto le diré epio siempre hay uua comparación, uu raciocinio, y este raciocinio, quiera ó 110 quiera su señoría, tiene quo basarse en la inducción ó la deducción. Ahora, epie tiesto le llame la comisión una marcha, esto podrá pasar eu una exposición; pero no podrá sostenerlo con justicia tratándose de un procedimiento.
Por lo que toca á otro punto délos que están consignados en el dictamen, me parece que la calificación quo se da á las escuelas ele un solo maestro, llamándolas absurdas es demasiado dura ó inexacta. Yo creo e[ue Jas escuelas que tienen un so-