470 congreso de la ley, y violadora de !a neutralidad en la escuela. Mas si no liay necesidad de acudir á estos conceptos—así como no hay necesidad de acudir al fundameuto religioso do la moral, para exponer sus preceptos—¿de quó provieneu el escándalo, y los reproches, y las protestas?—No; afirmémoslo muy alto, el Congreso se ha ajustado á la verdad, á la necesidad y á la libertad. El dictamen eu la parte relativa al «Plan de asignaturas,» cuyos fundamentos aquilató en admirable estudio preliminar el Ponente de la comisión, y cuyo desenvolvimiento lógico expuso su Presidente en dos trabajos de tribuna, que bastan á conferirle la jefatura do la moderna escuela mexicana, el dictamen, decíamos, contenía en el fondo una innovación que el Congreso sancionó con justicia. Ella resume, on un todo orgánico y viviente, el haz disperso de la onseñanza secundaria, y devolviéndole la plenitud de su carácter de preparación goneral y fundamental, tau diverso del quo le han dado adulteraciones empíricas del plan primitivo, la conjugaba con uu sistema gradual do desenvolvimiento do las facultades menos solicitadas por el estudio de las ciencias abstractas, y con otro de ejercicios físicos, destinados (ó de lo contrario serían perjudiciales) á aumentar la fuerza del cuerpo en condiciones de reposo mental. Hacer de la ciencia la substancia de la enseñauza, era cosa indiscutible en una época en que el fenómeno social característico, es la ciencia, factor primero de la potencia material y espiritual do los pue-blos; ni podía discutirse, ni el Congreso la discutió. Pero era necesario concretarse sobre cuáles entre las ciencias, por sus condiciones de generalidad, contenían los fundamentos de las demás, y se adoptó por superior, precisamente bajo el aspecto pedagógico, la gerarquía de Comte, instrucción". aunque substancialmente modificada con la introducción en la sorio de la psicología como ciencia autonómica, por ocuparse eu un fenómeno distinto del biológico, el fenómeno psíquico, modificación debida á la creciente influencia de las doctrinas inglesas. Así, el niño que al asomarso á la adolescencia llegue por los irltimos peldaños de la instrucción primaria á los umbrales do la abstracción, reoorrerá lentamente esta comarca, que, bajo su aparente aridez, encierra sorpresas profundas para quien sabe explorarla, y al tocar á las nociones suciutas del oálculo trascendente, habrá adquirido la preparación indispensable para el estudio del Universo, en sus gíandes lincamientos; disciplinará su espíritu en la matemática quo Comte consideraba como la lógica por excelencia, y abordará, incomparablemente armado, oí estudio de la cosmología. En ella irá de problema en problema; desde el más simple hasta el más complejo; desde los movimientos de los astros, asuecto más general del Universo, al estudio de las propiedades de los cuerpos eu la física; el unálisis y la síntesis de los elementos componentes de la materia en la química; al conocimiento de los fenómenos orgánicos en la biología; luego al de los mentales, y al do los sooiales al fin, en que el Cosmos parece resumirse y encuentra eu el hombre la conciencia de sí mismo. Cierto; esta gerarquía pudiera no tener un valor absoluto, supuesto el estado de interdependencia actual de las ciencias y la tendencia á constituir más vastas unidades para acercarse á la suprema unidad del conocimiento; pero tiene valor pedagógico innegable por su marcha en el mismo sentido de la evolución mental y por la relación de preparatorios los unos de los otros que se observa entre los miembros de la clasificación adoptada. Y sobre todo, y no dudo que esto haya influido en el ánimo del Congreso, este plan